
Categoría: empresa
Acerca de los múltiples beneficios de la formación interna para la organización.
Comparto con vosotros una reflexión personal sobre los incontables beneficios de la formación interna desarrollada por personal propio. Voy a comentar algunas de las indudables ventajas que la formación impartida por expertos, miembros de la organización, aporta a la misma:
✔ Los contenidos de las acciones formativas se contextualizan provocando que la transferencia al puesto de trabajo sea más rápida al ser dichos contenidos más ajustados a la realidad del trabajo diario.
✔ La puesta en valor de expertos formadores mejora su “capital profesional” (entendido como los conocimientos diferenciados que definen y hacen avanzar su carrera) y promueve su desarrollo personal y profesional como miembros de la organización.
✔ El clima organizacional mejora y se incrementa el sentimiento de pertenencia.
✔ La formación interna puede servir como herramienta de marketing interno de la organización para promover los valores, la ética y la cultura preventiva.
✔ Permite introducir y desarrollar la mejora continua facilitando la innovación por parte de los miembros de la organización.
✔ Facilita la detección de necesidades formativas reales y la elaboración de planes de formación adecuados a las necesidades cotidianas de los trabajadores y trabajadoras de la organización.
✔ La formación desarrollada por personal interno tiene en consideración las diferencias territoriales y también minimiza su impacto sobre el clima de la organización.
✔ El coste de la formación interna frente a la formación externa es menor.
Para que la formación interna impartida por expertos de la propia organización se desarrolle con éxito, el departamento de formación debe estar alineado con los objetivos estratégicos de la organización y seleccionar una red de expertos formadores cuyo perfil sea: personas conocedoras avanzadas de las materias a impartir y también personas proclives a la docencia, es decir personas activas y motivadas que disfruten compartiendo el conocimiento. Los expertos formadores tendrán que recibir formación pedagógica y verse inmersos en un marco compartido, formado por una red de expertos que se mantendrá dinamizada y actualizada para fomentar el espíritu innovador y la gestión del conocimiento dentro de la organización. Para todo ello el departamento de formación de la organización debe ser también el departamento de gestión del talento planteándose como objetivo transversal propiciar una oferta formativa proactiva (en lugar de reactiva)
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