Categoría: empresa
Hay un valioso aprendizaje en cada trabajo que hemos desempeñado a lo largo de nuestra vida.
Cuando hablo con jóvenes que están en procesos de búsqueda de empleo les aconsejo que mientras llega el "empleo ideal" no dejen de buscar como enfrentarse a situaciones que les hagan salir de su zona de confort, habitualmente les cuento que en mi juventud desarrollé trabajos diversos que me aportaron muchas experiencias valiosas para mi crecimiento como persona.
Y es que aunque habitualmente no se citan en los curriculums quiero reivindicar desde este breve artículo su valor como fuente de aprendizaje para el desarrollo profesional.
Os cuento algunos de esos trabajos:
- Rey mago en la puerta de un comercio.
- Canguro de dos hermanos.
- “Cobaya” en sesiones de academia de peluquería.
- Dando clases particulares de contabilidad.
- Figurante en una serie de TV.
- Ayudante de un fotógrafo en bodas.
- Animadora en fiestas infantiles (malabares incluidos).
- Atendiendo el ropero de una discoteca.
- Ayudante de cocina en bar y restaurante.
- Camarera bar en barra y terraza.
- Vendiendo entradas en la taquilla de conciertos.
- Atendiendo stand en ferias y salones.
- Buzoneando publicidad.
- Dependienta en tienda de ropa.
En esos trabajos breves y variados me enfrenté a situaciones nuevas y desconocidas, tuve que tomar decisiones y generé muchas habilidades personales.
En cada una de esas situaciones conocí a personas que me mostraron lo diversos que son los seres humanos.
En algunos disfruté y en otros sufrí, pero en todos ellos aprendí.
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